Dengue: prevención y cuidados especiales para la temporada de verano

Prevenir es uno de los principales pasos para evitar la enfermedad que produce el Aedes aegypti. Darío Vezzani, Biólogo, investigador del CONICET visitó la ciudad y realizó tareas de prevención en el Hospital Municipal Dr. Héctor Cura.

Crédito: Internet.

El Dr. Darío Vezzani, es Biólogo y investigador del CONICET en el Instituto Ecosistemas de la UNICEN, días atrás visitó el Hospital Municipal "Dr Héctor Cura" para realizar un trabajo de prevención del mosquito vector del dengue, junto al personal de zoonosis y de mantenimiento. Vezzani trabaja desde hace más de un año con el equipo de la Dirección de Bromatología y remarca que entre las 250 especies de mosquitos que hay en Argentina, una sola es la que transmite el dengue en la Provincia de Buenos Aires, y se llama Aedes aegypti. Esta enfermedad viral se caracteriza por fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, cabeza, músculos y articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel; y picazón y/o sangrado de nariz y encías.

El mosquito Aedes aegypti nace sin el virus, pero cuando pica a una persona con dengue lo adquiere, y unos días después se lo puede transmitir a otras personas. Entonces, no todos los individuos de esta especie transmiten la enfermedad, solo los que antes picaron a una persona enferma.

Este mosquito es un insecto urbano y doméstico, a diferencia de la mayoría de las otras especies, encuentra en el interior de nuestros hogares, patios y jardines todas las condiciones necesarias para desarrollarse, esto quiere decir que utiliza recipientes artificiales de todo tipo (baldes, latas, frascos, neumáticos fuera de uso, bebederos, etc) para el desarrollo de sus estadios larvales, que son acuáticos.

Además coloca sus huevos individualmente en las paredes internas de los recipientes, unos milímetros por encima del agua, y cuando el recipiente se recarga con agua los huevos quedan sumergidos y eclosionan. A partir de ahí, comienza el desarrollo de las larvas y unos días después saldrán los adultos voladores, y solo las hembras son las que chuparán sangre. Este mosquito nunca lo vamos a encontrar en lagunas, lagos, arroyos, charcos de lluvia o zanjas.

Aedes aegypti se ha expandido en Argentina desde su reintroducción en el norte del país en 1986. Durante la década del 90 alcanzó el Gran Buenos Aires y luego continuó una lenta pero constante dispersión hacia el centro y sur del territorio bonaerense. Actualmente, Bahía Blanca es la ciudad bonaerense con el registro más austral.

Al igual que el mosquito, el dengue también ha ido en aumento en nuestro territorio, tanto en intensidad como en extensión geográfica. El número de localidades con transmisión de dengue se triplicó de 167 en la primera epidemia nacional (en 2009 con 27.000 casos) a 496 localidades en la más reciente (en 2020 con 60.000 casos).

Asociado con el aumento de localidades positivas y número de casos, se observa un corrimiento del límite de la transmisión del dengue hacia el sur, desde el Conurbano Bonaerense hasta Saladillo en el centro de la provincia, a menos de 200 km de la ciudad. Desde el área indicaron que en Olavarría no se demostró la transmisión de dengue hasta hoy, pero se ha detectado eventualmente la llegada de personas con síntomas de dengue provenientes de otras regiones.

En la ciudad se tiene conocimiento acerca de la presencia de Aedes aegypti desde hace aproximadamente 10 años. Durante el verano-otoño del 2022 la Dirección de Bromatología inició actividades para monitorear al mosquito durante los meses de calor.

Para esto se utilizaron trampas que detectan la puesta de huevos de esta especie (ovitrampas), que permitieron demostrar su presencia en distintos barrios de la ciudad. Actualmente sabemos con certeza que el mosquito está bien establecido en la ciudad. En los grandes espacios verdes y paseos, son otras especies de mosquitos los responsables de las picaduras.

Días atrás se realizó una jornada de capacitación al personal de mantenimiento del Hospital, se trató de una especie de jornada de prevención donde le explicamos dentro del predio cuáles eran los sitios donde podía estar criando el mosquito del dengue.

El objetivo principal fue buscar posibles lugares de criaderos. "Hicimos una recorrida por el predio con la gente de mantenimiento, marcamos algunos problemáticas menores muy fáciles de solucionar y después les vamos a dar un informe escrito para que ellos tengan esa herramienta para trabajar dentro del Hospital", remarcó Vezzani en una entrevista con Noticias en Canal Local. 

Fumigación

La fumigación está recomendada únicamente para situaciones de epidemia, es decir, para eliminar los mosquitos adultos portadores del virus y cortar la transmisión del dengue. Es cara y poco eficiente porque sólo elimina a los mosquitos adultos; al día siguiente habrá nuevos mosquitos.

Además, es mala para el ambiente porque también mata a los insectos benéficos; claro ejemplo son las abejas. Podemos asegurar que también es mala para las personas; sino no utilizarían trajes, máscaras y guantes para su aplicación. Y para peor, produce resistencia en las poblaciones de mosquitos. Esto significa, que los mosquitos que sobrevivan dejarán luego una descendencia no susceptible a ese insecticida, y habremos perdido la herramienta que tenemos para controlarlos en situación de epidemia.

Cuando en las ciudades bonaerenses padecemos eventualmente una nube de mosquitos picándonos en espacios verdes y paseos, debemos entender que nada tiene que ver con el mosquito del dengue. Son otras especies de mosquitos que proliferan repentinamente en los charcos debido a una fuerte lluvia seguida de calor. Debemos entender que pedir a las autoridades que nos fumiguen, o sea que nos rocíe con venenos, no tiene sentido alguno.

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