El ex ministro de Economía cuestionó duramente la actitud de la vicepresidenta en medio de las negociaciones con el FMI.
Poco más de cuatro meses después de su renuncia al cargo de ministro de Economía mientras Cristina Kirchner hablaba en un acto en Ensenada, Martín Guzmán habló por primera vez con la prensa sobre su gestión y su salida del gobierno que encabeza Alberto Fernández.
En una entrevista con Alejandro Fantino, el economista se refirió a las diferencias que tuvo con el kirchnerismo en el final de su gestión, mientras negociaba un acuerdo con el FMI.
"Cuando conducís una negociación internacional no solamente importa lo que construís en el diálogo de la política exterior, sino también importa la dinámica política interna. Si los bonistas ven que el propio sistema política no da señales de que si es necesario vas a hacer un default, la tenés mucho más complicada", comenzó.
Y sostuvo: "En un momento crítico hubo un rol constructivo que ayudó a la Argentina. Cuando ella juega a favor tiene un enorme potencial, cuando juega en contra también tiene mucha potencia".
El ex ministro de Economía, Martín Guzmán, habló mano a mano con Alejandro Fantino y explicó el rol que tuvo Cristina Kirchner en la negociación con los acreedores privados.
"Fue muy diferente el rol en la negociación con los privados, que en la negociación con el FMI. Cristina en la negociación con los acreedores privados fue de una ayuda muy importante y decisiva. Y en un momento tuvo un rol para ordenar lo que se daba a nivel político, y eso me ayudó mucho a poder llegar a un acuerdo y que nos dejaran de mover los bonistas", diferenció momentos.
Esa fue la introducción para su relato sobre el "punto de quiebre" de su gestión por los desplantes de Cristina Kirchner.
"En la negociación con el FMI fue diferente. Donde hay un punto de quiebre en la dinámica de la gestión es unos días antes del acuerdo con FMI. Cuatro días antes del acuerdo se cortan todas las líneas de comunicación conmigo. No me atendía, o el secretario tampoco me atendía, la gente de su entorno con la que venía hablando. Entonces mandaba la información directamente por mensaje a alguien clave de su entorno", lanzó.
"Nunca más hablé desde ese momento. Faltaban cuatro días para acuerdo o default. En ese momento Alberto gobernó, él sí condujo. En ese momento Cristina se corrió y eso tuvo implicancias para toda la gestión que vino a posteriori", acusó.
Dijo que "después de ahí, gestionar era una hazaña": "Es difícil aceptar posicionamientos especulativos cuando se contraponen a lo que la patria necesita".
Y disparó con una comparación escatológica: "Hay un balde de mierda y otro balde de mierda, y el ministro tiene que meter la mano en uno de los baldes de mierda y eso es lo que hay. Le debíamos 45 mil millones de dólares al FMI. ¿Cuáles eran las alternativas? O llegar a un acuerdo para refinanciar, o hacer el default".
"Si el FMI nos hubiese puesto en un lugar como era el del gobierno anterior. la verdad es que hubiese preferido el no acuerdo. El default era ajuste. En el Congreso, La Cámpora votó un ajuste. Entre el default y el acuerdo, un acuerdo que si lo hubiese conducido Cristina Fernández de Kirchner hubiese llenado la Plaza de Mayo con pancartas diciendo: 'Le torcimos el brazo al FMI'. Un acuerdo que no tiene precedentes en la historia", completó.
En ese sentido, se quejó: "Me enteré de la renuncia de Máximo Kirchner en el Congreso cuando vi la carta. Me enteré de que una parte de nuestro propio frente votaba en contra del acuerdo del FMI cuando eso ocurrió".
"Afectó a la Argentina, no a mí. Impacta en las expectativas, en la estabilidad política, en la capacidad de gestionar. Estuvimos un semestre gestionando un programa que la líder del frente no apoyó".
"Cuando se da esta situación entre nuestro frente y votar en contra del acuerdo con el FMI, toda la gestión queda afectada. Le daba instrucciones a funcionarios que dependían de mi propia área y me decían: 'Bueno' y no lo hacían. Pasó principalmente en la política energética", reveló su imposibilidad para llevar a cabo su trabajo en un terreno que le era hostil.
Sus primeros días como ministro
"Ser ministro de Economía de la Argentina es muy especial, de un valor muy especial. Así lo viví", había comenzado el diálogo el exfuncionario.
Incluso, en un tono suave y cordial, tal su costumbre, les envió "un fuerte abrazo a los empleados del ministerio de Economía, que tuvieron un compromiso muy fuerte en la gestión y habían sufrido en los años previos donde no había una valoración de lo público".
"Llegamos a una Argentina profundamente herida, no tenía crédito, no había pandemia pero había una crisis de deuda externa insostenible. La Argentina tomó 100 mil millones de dólares entre 2015 y 2019, con un préstamo récord histórico con el FMI", enumeró sus dificultades iniciales.
Destacó que, según su visión, "endeudamiento es siempre dependencia, endeudamiento externo genera una dependencia del resto del mundo, de tus acreedores".
"Históricamente el FMI ha actuado como alguien que es el recaudador del sistema financiero internacional. Ha hecho muchísimo daño en los países, por eso es algo muy tóxico para el desarrollo de la Argentina haber acudido al FMI en 2018. Ese endeudamiento va a llevar muchos años resolverlo", consideró.
Con información de DIB.