Desde muy chica Carla Moura supo que lo suyo serían los escenarios y por eso se embarcó en un largo camino de experiencias y aprendizajes que la llevaron por distintos géneros vocales. Para ella cantar es una forma de encontrarse con historias ajenas y poder hacerlas suyas para luego compartirlas con el público. Pero también encontró en el canto una herramienta para sanar y sanarse.
"Para mi cantar es volar, es llegar a esa multiplicidad de sentidos del publico que te mira y está pasando por diferentes momentos y que recibe esa proyección de la voz, de lo que decís, y te acompaña a viajar en esa canción y en ese momento". Cuando la frase llega uno puede sentir la emoción que las palabras encierrran. Carla Moura lo dice desde lo profundo y eso no se puede mentir.
La cantante olavarriense tenía 10 años cuando se subió por primera vez a un escenario y desde aquel momento mucha agua pasó bajo el puente pero ella siempre supo que lo suyo estaba ahí. Era su lugar en el mundo, el espacio donde no tenía ninguna duda y segura contaba y cantaba las historias de otros pero con el compromiso de hacerlas suyas para que los demás pudieran disfrutarlas.
"Era muy chica pero cantaba en escenarios, en actos, en diferentes lugares" dice y recuerda que hubo un profesor en aquellos días que la instaba a cantar. Junto a él viajó a participar de los Juegos Bonaerenses y "desde ese momento no paré mas".
"Fue como una puerta que se me abrió y empecé este camino, que es largo y duro, pero de alguna manera fui transitando con todo lo que tiene que ver con lo escénico, también el canto a través del estudio y la disciplina acompañada de la práctica" explica.
"Mi vocación la decidí cuando tenia 14 años" cuenta. Ella había participado en otra edición de los Bonaerenses y tras su actuación la devolución del público fue tan impactante que no tuvo dudas.
"Ese aplauso me lo guardé para toda mi vida, fue el primero que me abrazó y me dijo que era mi camino" asegura.
Fue en Lamadrid y ella fue la ultima en cantar. Ya habían ganado todas las categorías de Olavarría. Era una canción de Mariah Carey, entró por el medio del escenario y empezó a cantar "de una manera que les llegué a todos".
"Cuando terminé de cantar vi a la gente parada y yo sentí que volaba". Esa sensación todavía la acompaña y el recuerdo la emociona.
"Pero también para mi fue muy importante estudiar todo tipo de disciplina artística porque arriba del escenario se ponen en juego un montón de cosas" reconoce.
Sanar a través de la música
"Cantar para mi es una de las cosas que mas me ayudan a sanar, a poder trasmitir a través del cuerpo y de la voz, sentimiento" señala y agrega que "lo mas importante de cantar, y que es una cosa que siempre les apunto a mis alumnos, es el poder encontrarte con historias ajenas y poder cantarlas o contarlas.Y de ahí poder transitar diferentes historias y personajes, porque para también tiene que ver mucho con la actuación".
"Arriba de una escenario vos estás contando la historia de una persona que en algún momento escribió esta historia para que otra persona lo pueda decir y cantar".
Siempre se lo dice a sus alumnos: "Ustedes agarran esa canción y debe llegar a las personas, y como todas somos diferentes cada una se va a quedar con la historia que conté y la va a interpretar de la manera que sea y le va a llegar de la mejor manera. La idea es poder hacer un trabajo constante de introspección y lograr transmitir para viajar juntos".
"Esa es una propuesta que siempre hago en mis shows. Poder cantar una zamba y en ella poder irnos al norte, viajar juntos y meternos en lo que el autor dice. Es por eso que a veces me emociono o se puede ver gente llorando entre el publico porque entendés que esa persona está escuchando y está contando su propia historia por dentro. Eso me enternece, me llena de felicidad" afirma y explica por eso mismo siente que da todo junto con su equipo de trabajo en cada uno de los shows que brinda.
"Más allá de que te vayan a ver 5 o 6 personas. Lo importante es poder transformar ese sonido en felicidad, en momentos, y que la gente se vaya del lugar sintiendo lo que vos sentiste".
Arriba del escenario
"No sé lo que me pasa cuando subo a un escenario. Creo que es inexplicable. Me pasa hasta el día del hoy: me transformo, eso siento" intenta describir la cantante olavarría que sostiene que cuando canta no puede ver la dimensión de lo que sucede abajo.
"Hoy, cuando me subo a un escenario es como que me siento cómoda, como si fuera mi casa. Si, obviamente, uno tiene nervios pero la seguridad te la va dando el tiempo, la constancia, el pisar escenarios".
Para ella esta muy bien estudiar música "pero los pingos se ven en el escenario. La formación te la da el vivo y ahi podés ensamblar todo".
"Ahora estoy en un momento de disfrute porque subo y entiendo de qué va y para dónde tengo que ir, esa es mi seguridad" afirma.
"Lo importante para mi, y es como un mensaje también, es seguir vigente. Que veo que pasa poco. El sostener una carrera, seas o no conocido, para mi es muy importante" dice y señala desde su punto de vista los concursos de canto "no tienen mucho sentido".
"Sé que sirven pero tambien sirve estar en el tiempo.Ya tengo 41 años y desde los 10 que canto. El mensaje que puedo dar es ser vigente, no que todo el mundo te conozca sino estar en este proceso constantemente" asegura.
La música sana
Cuando empezó a estudiar psicodrama se dio cuenta que le gustaba "esta experiencia musical o actoral dentro de la salud mental. Fue una experiencia impresionante".
"Tiene que ver con la actuación, la voz y a través de eso poder intervenir en pacientes con alguna condición" cuenta.
Poco después comenzó a estudiar Musicoterapia y luego el curso de Acompañante Terapéutico. "Con todo ese bagaje empecé a dar clases de canto pero haciendo una terapia musical. El discurso sonoro, verbal y no verbal, abren canales que hacen que la persona con la cual estas trabajando, a través de la música pueda decir o contar cosas. Empezar a encontrar su propia forma de decir".
"Ahora estoy trabajando con varios chicos con diferentes problemáticas y lo abordo desde el lugar desde humano, de donde ellos pueden estar haciendo lo que les gusta y encontrarse con alguien".
Desde su experiencia, Carla sostiene que "los cambios son radicales. La idea es poder sanar y mejorar la calidad de vida a través de la música".
Hace pocos meses atrás, un video que grabó junto a uno de sus alumnos tuvo muy buena repercusión en las redes sociales. La canción de Rosario Flores tuvo un impacto tan fuerte que la artista española los felicitó.
Canto, autogestión y militancia
Si bien pasó por el tango y el rock, hoy en día lo suyo va por el lado del folclore. Junto con Daniel Ávalos "vamos transitando escenarios autogestionados y en esta autogestión estamos en todos los detalles". Además los acompañan Esteban Salguero en percusión pero también junto con su esposa Nerina Galeano son la pareja de baile de los shows.
"Tratamos de que los espectáculos sean de calidad ya que trabajamos con mucha disciplina" afirma.
El equipo se completa con Ernesto Carro en el sonido, quien es uno de sus referentes, además de aquellos que se ocupan de la comunicación, el vestuario y el make up.
"Creo que todo esto que armamos entre todos se ve arriba del escenario y la gente responde y te dice que ahora conmigo les gusta el folclore". Para ella fue empezar a escuchar y "conectar con esas raíces".
"También hay una gran militancia dentro de lo que hago, que tiene que ver con el poder hacer visible a la mujer dentro de los espectáculos. Estoy en una lucha constante de que los espectáculos tengan un cupo femenino" señala y agrega que "hoy se sigue padeciendo esta situación de no reconocer a la mujer". Por eso lo suyo también pasa por militar "la reivindicación de la mujer arriba de los escenarios".
"Lo que mas destaco de mi trabajo y de los que trabajan conmigo es la disciplina. Sentir que soy una artista, como mis compañeros, y lo que tenemos que dar tiene que ser de primera". En ese sentido "lo trabajamos todos los días. Es un dolor de cabeza, pero los resultados son fabulosos".
Ahora "estamos tratando de juntar material para seguir y salir de Olavarria para que nos conozcan".
"Creo que cuando uno tiene un impulso y ganas hay que estudiar, tenes que ser disciplinado, tener paciencia, ensayar mucho" piensa como una especie de consejo para aquellos que están pensado en dedicarse a la música.
Para la cantante olavarriense lo importante es "estudiar muchas disciplinas y dedicarse de lleno. Poder capacitarte y tener herramientas para poder hacerlo es fundamental".
"No siempre Dios atiende en Buenos Aires. Uno puede hacer un montón de cosas en el lugar donde está y crecer, generando cosas" explica y retoma la idea de que "lo mas importante es poder trabajar muchísimo".
"Que hagan y que prueban todas las disciplinas porque desde ahí sale un artista" afirma.