Federico y Pablo están juntos hace 15 años y su gran proyecto fue formar una familia. A partir de la sanción de la Ley 26.618 en Argentina, decidieron casarse en abril del 2012. Esta posibilidad les cambió la vida ya que les permitió acceder a distintos derechos como pareja. Según Federico esta Ley "no solo cambió en lo personal, sino que cambió en lo social".
El 15 de julio del 2010 Argentina se convirtió en el primer país en Latinoamérica y décimo en el mundo en aprobar la Ley de Matrimonio Igualitario. Ese fue un día histórico en la lucha por los derechos, que a 12 años de su sanción se recuerda con emoción porque cambió la vida de muchas personas.
Luego de una gran lucha de diferentes organizaciones se logró la aprobación de esta Ley que establece que "el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". Esta Ley es el resultado de grandes manifestaciones y luchas llevadas a cabo por organizaciones, como la Federación Argentina LGBT, y desde proyectos de leyes de unión civil.
El día de la sanción de la Ley 26.618 se convirtió en un día histórico en la igualdad de derechos. Actualmente son 32 los países a favor del matrimonio legal entre dos personas del mismo sexo. Esta norma además permite, más allá de que cualquier persona puede elegir si desea casarse o no, el acceso a otros derechos como el poder compartir junto a la pareja una cobertura de salud, el derecho a la herencia, a la propiedad de los bienes compartidos, el derecho a obtener una pensión en caso de fallecimiento de uno de los integrantes de la pareja.
La historia de Federico y Pablo es la concreción de un sueño, un deseo muy anhelado por ambos, así como también el de muchas parejas del país, que gracias a la Ley pudieron cumplir. Ellos se conocieron en su trabajo, eran tripulantes de cabina de una aerolínea, era el primer día de Pablo y le tocó en el mismo vuelo que Federico que ya tenía tiempo trabajando en la compañía. "Ahí nos conocimos, nos gustamos, nos dimos los mails porque en ese momento no había Whatsapp ni nada de eso. Al día siguiente nos encontramos y empezamos a estar juntos, nunca más nos separamos", expresó Federico.
Hace 15 años que están juntos, construyendo y cumpliendo proyectos. Luego de un tiempo de vivir juntos tenían el deseo de formalizar la relación, en ese momento solo existía la unión civil. "Queríamos llevarlo a una instancia de mayor compromiso, no porque si no estábamos casados nuestra relación no era válida, sino porque nosotros queríamos llevar nuestra relación a una instancia más alta, a un compromiso más grande, a un proyecto más grande, porque era decir ahora como casados empezamos a formar una familia y el inicio de muchos proyectos que teníamos", explicó.
Además agregó que "siempre tuvimos ganas de estar juntos pero en ese momento no había nada, se empezaba a rumorear que se empezaba a tratar la Ley de Matrimonio Igualitario y el día que sale la Ley dijimos no vamos por la unión civil, vamos por el matrimonio". Por lo que pidieron un turno y el 13 de abril del 2012 se casaron en Canning, que era donde estaban viviendo.
Es un recuerdo que genera mucha emoción, ya que cambió muchos aspectos de la vida de varias parejas que hasta el momento no podían casarse legalmente. La Ley de Matrimonio Igualitario logró satisfacer un deseo personal de muchas personas y por otro lado logró instalar en la sociedad un nuevo derecho, y así dar un puntapié para próximas leyes. "La Ley de Matrimonio cambió un montón de aspectos, desde una mirada legal a cada uno le dio el rol que tiene, ya Pablo no es mi novio, es mi marido con lo que eso implica, como tomar una decisión en algún momento de gravedad, una decisión sobre mi él como marido lo puede hacer, para un crédito, para cuentas bancarias", indicó Federico.
Además señaló que "desde la parte social, que no fue menor, parecía desde mi punto de vista que para algunas personas el estar casado ya dejaba de estar ese prejuicio que las parejas gays eran inestables, y la promiscuidad, eso se dijo eternamente de las parejas gays. Entonces el casamiento era como que mataba un poco ese prejuicio, no completamente".
Federico participó hace un tiempo en la Federación Argentina LGBT, la cual fue impulsora de la Ley de Matrimonio Igualitario. Participó y estuvo días antes de la votación en el Congreso. Ese momento lo vivió con una "emoción muy grande". Además recordó de ese momento en el Congreso, a poco de que se aprobara la Ley, que "cuando hacían notas a personas que estaban en contra del matrimonio igualitario, los argumentos que utilizaban eran que era 'el fin de la sociedad', que 'el día de mañana íbamos a dejar que los seres humanos se casen con animales', ahí nos dábamos cuenta que el cambio tenía que ser real, profundo y urgente".
Actualmente Pablo y Federico están felizmente casados, viven en España y tienen dos hijas, Francisca de 8 años y Filippa de 3 años. Viven una vida como cualquier otra familia, crían a sus hijas con amor y educación. "El matrimonio igualitario fue una bisagra y el puntapié también que dio al debate y al tratado legal desde varios aspectos, porque ya estaba el matrimonio y había que hablar de la familia, ya sea desde la adopción, desde la subrogación como hicimos nosotros, pero había que empezar a hablar de eso", manifestó Federico.
Además indicó en cuanto a su vida cotidiana que "llevamos una vida como cualquier otro, nos sentimos como cualquier familia, tenemos los mismos problemas, acompañamos a nuestras hijas en el colegio, vamos superando las instancias".
Las grandes preguntas que se hacían siempre eran "¿por qué no me puedo casar?" o "¿por qué no puedo ser padre?". La Ley les brindó su derecho de poder elegir como otras parejas, en cuanto al casamiento y a tener hijos. "Creo que lo más importante fue que dio la chance de elegir, eso fue el gran logro de la Ley de matrimonio, poder elegir, porque hay mucha gente que no cree en el matrimonio o no le gustaría casarse, eso ya es una decisión personal, pero todos tenemos el derecho a elegir", aseguró Federico.
Su deseo es que las leyes que sean necesarias para abordar los derechos de las personas no demoren en aprobarse, ya que "hay alguien atrás que sufre, que es discriminado, alguien que no tiene derechos. Cuando nosotros queríamos ser padres estuvimos muchos años anotados en el registro de adopción, y nos decían 'es complejo porque son dos papás', la sociedad cambia y siempre hay que ir ajustando, hay leyes que van sumando y protegiendo a un montón de personas", concluyó.