Marcelo Gustavo Galante, médico especialista en neumonología infantil, hizo un análisis de la realidad en este contexto de salida de la pandemia, su incidencia y las diferencias con los tiempos previos a esta crisis sanitaria global.
Llega el invierno, y con él acecha el temor en los padres de que sus niños "se pesquen" algunas de las enfermedades respiratorias más comunes de la época.
Dado que el sistema inmunológico de los pequeños no está tan desarrollado como en los adultos, ello los hace más vulnerables a las bajas temperaturas, que generalmente se asocian con enfermedades del tipo de la gripe, la bronquiolitis, la faringitis y la otitis.
Ante estos cuadros, a veces virales y a veces no, la manera idónea de evacuar todas las dudas es recurrir a los profesionales. En este caso el doctor Marcelo Gustavo Galante, especialista en neumonología infantil. "Lo más importante, todos los años nos pasa lo mismo, son las medidas preventivas. Obviamente tendrían que estar siempre, como el lavado de manos que se ha impuesto ahora con la COVID, pero todas las enfermedades respiratorias van de la mano con ello" explicó el doctor Galante.
También hizo mención a evitar el consumo de tabaco, en forma activa y pasiva, tanto en la adultez como en la niñez. "Se deben ventilar los ambientes uno o dos veces por día; en los bebés más pequeños la lactancia materna es clave, en forma obligatoria los primeros 6 meses de vida y hasta los 2 años en forma pasiva", recomendó.
La caída de las marcas térmicas se produjo a niveles importantes hace un par de semanas y se reiteró en las últimas jornadas. "Con ella los virus se reproducen con mayor facilidad, y a su vez cuando bajan las temperaturas nosotros nos concentramos, dejamos de hacer actividades al aire libre, usamos más lugares calefaccionados, con poca ventilación y entonces tenemos más contacto con la gente", describió.
A la par, consideró que "eso trae el estornudo, la tos y ahí empiezan a generarse distintas enfermedades. De este modo llegan los microorganismos a nuestro cuerpo y aparecen las distintas patologías".
Sobre los cuadros presentes en la Ciudad, el doctor Galante habló de "los habituales. Lo que pasa es que, al salir de la pandemia, después de dos años casi sin contacto con la gente, se retorna un poco a la normalidad".
"Cuando aislamos a nuestros hijos tenían poco contacto con los compañeros y eso disminuía las enfermedades respiratorias. Al tratar de volver a los tiempos de prepandemia todo ese tipo de medidas preventivas las dejamos de realizar", marcó
"Cuando van al jardín o al colegio, con la liberación de las medidas preventivas se van a ver muchos más casos -advirtió-, y especialmente por el problema de que durante dos años no hubo microorganismos respiratorios, como el adenovirus de la influenza, que es el virus de la gripe, el virus parainflueza -que es primo hermano de la gripe- o el rinovirus, que es el virus del resfrío".
Hay un montón de pibes que no tuvieron contacto y al no tenerlo desaparecieron las respuestas inmunológicas. Entonces tenemos niños menores de 2 años que se van a enfermar en forma más agresiva
"Al tomar posición el coronavirus y ganarle la disputa erradicaron todas las enfermedades respiratorias. Hay un montón de pibes que no tuvieron contacto y al no tenerlo desaparecieron las respuestas inmunológicas. Entonces tenemos niños menores de 2 años que se van a enfermar en forma más agresiva", observó.
El doctor Galante reveló que "se está viendo, no tanto como antes de la pandemia, que aumentaron los casos de bronqueolitis, neumonía, gripe asmática. No es tan drástico, pero los casos se incrementaron".
Las enfermedades más comunes
Bronquiolitis. Es una inflamación aguda de las vías aéreas inferiores (bronquiolos). Es la enfermedad más frecuente en los niños, y en general afecta más a los menores de un año. El diagnóstico es clínico y el tratamiento ambulatorio. Comienza con un cuadro de secreción de moco, no siempre hay fiebre, da la sensación de que el pequeño fuera a resfriarse. A los tres días de haber comenzado el cuadro aparece agitación, tos y en algunos casos hay dificultad para alimentarse o dormir. Lo más importante en cuanto al tratamiento son las medidas de sostén: mantener al bebé en una posición semi sentada, extraer la secreción de mocos de la nariz, brindarle una alimentación más fraccionada (menor cantidad de comida, pero ofrecerle mayor cantidad de veces), bajar la temperatura con antitérmicos si tiene fiebre. Uno de los medicamentos que se utilizan es el Salbutamol para ayudar a la broncodilatación. Es decir, que el bronquio este más dilatado para que pueda, por medio de la tos, expectorar la secreción de mocos.
La causa más frecuente de la bronquiolitis es viral, y el virus más común es el sincicial respiratorio. El período de duración es entre una semana y diez días. Una vez que pasa el periodo agudo puede quedar una tos residual de hasta 14 días. Lo que más suele preocupar a los padres es la tos, pero es importante entender que, a pesar de que es molesta, es lo que más ayuda a los niños a mejorar el cuadro.
Concurrir a la guardería y no ser amamantado los primeros meses de vida son factores de riesgo.
Gripe. Es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa. El tratamiento es en forma asintomática, consiste en mucha ingesta de líquidos y antitérmicos si tiene fiebre. La gripe puede dar fiebre alta, cefaleas, ganas de vomitar o náuseas, y mucho dolor corporal. Los estados gripales no se caracterizan por tener tanta congestión nasal como en un resfrío. Como medida de prevención tenemos la vacuna antigripal que se aplica todos los años a los menores de 2 años y mayores de 65 años. Y entre los 2 a 65 años se indica si están dentro de los grupos de riesgo. También se aplica en embarazadas y puérperas. Lo ideal es aplicarla en el otoño, ya que tarda entre 2 y 3 semanas en formar anticuerpos.
Faringitis. Es la inflamación de la garganta o faringe a menudo causada por una infección bacteriana o vírica. En su mayoría, sobre todo en los menores de 2 años, es causada por cuadros víricos. En todas las edades predominan los virus, pero entre los 2 y los 15 años empiezan a aparecer algunas bacterias. Para saber cuál es la causa se hace un hisopado de fauces, y en base a eso se determina si se utilizan antibióticos o no. Es importante establecer si la causa es vírica o bacteriana, ya que una faringitis bacteriana no tratada a tiempo trae complicaciones, por ejemplo, la fiebre reumática o la glomerulonefritis, que son problemas a distancia muy graves. Clínicamente los cuadros de faringitis vírica o bacteriana son idénticos. Los síntomas incluyen fiebre, garganta roja, dolor de garganta, o dolor reflejo que puede haber dolor de oído. También puede haber dolor abdominal y vómitos. Es muy común en los más chicos la herpangina, que es una enfermedad viral que se caracteriza por la garganta muy roja y con vesículas, que son pequeñas ampollitas de agua que duelen mucho. Suele dar fiebre muy alta, y a veces presentan moco, diarrea y una conjuntivitis asociada.
Otitis. La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El tipo más común de esta afección es la denominada otitis media y está provocada por la inflamación del oído medio, que se encuentra en la parte posterior del tímpano. Las otitis del oído medio son las que más se ven en invierno y, en general, vienen precedidas por un cuadro de vías aéreas superior. Empiezan con moco, resfrío, fiebre, y hay algo de dolor de oído.
Se tratan generalmente en forma asintomática, sólo con analgésicos para manejar el dolor. Pero en los casos que tienen secreción purulenta si se utilizan antibióticos. Las otitis del oído medio en su gran mayoría son bacterianas. (*) Fuente: Clínica Pueyrredón