Su madre, Graciela, Alderete estuvo ayer en el monolito ubicado en el acceso a Olavarría por avenida Pringles. Germán Esteban "Mara" Navarro fue visto por última vez el 28 de octubre de 2004.
Crédito: Marcelo Kehler
Ayer Graciela Alderete estuvo en el monolito que recuerda a su hijo asesinado.El 26 de abril de 2005 se encontraron los restos de Germán Esteban "Mara" Navarro en un terreno baldío de España y Juan XXIII. Habían pasado seis meses de su desaparición.
Su mamá, Graciela Alderete, estuvo ayer en el monolito erigido en su memoria, sobre la avenida Pringles en el acceso a la ciudad para recordar a su hijo, pero sobre todo para recordarnos a los olavarrienses que el asesinato sigue impune. Hace varios años que la causa penal por este homicidio no tiene novedades.
Esteban fue visto por última vez con vida por su madre el 28 de octubre de 2004. Desde ese día inició un proceso de incansable búsqueda que tuvo una primera respuesta en abril del año siguiente cuando el cuerpo del joven de 17 años fue encontrado. Aunque recién en enero de 2007 pudo enterrar sus restos en el cementerio, luego de largos meses de esperar para recibir el resultado del estudio de ADN que certificaba que efectivamente ese cuerpo era el de su hijo.
En 2014 fue excarcelada la única persona que había sido vinculada al crimen de Mara. A pesar de que se conocieron hipótesis, nunca quedó en claro el móvil del asesinato ni tampoco las causas de la desaparición del cuerpo. "No quiero dejar de recordar que el crimen sigue impune" ha sido el mensaje que en cada ocasión repite Graciela, al igual que las dudas que aún hoy tiene sobre lo sucedido en 2004.