Hacen visado de planos de mensura y de obra, mediciones, inventario de inmuebles y delimitación de calles. Suman aportes tecnológicos y saberes actualizados. Son Axel Porcel (director del área), Pierina Di Tommaso Lencina y Nicolás Manrique. Egresaron de Ingeniería en Agrimensura y buscan generar su propia impronta en la administración local.
"La agrimensura le otorga un gran aporte al área y considero que debe estar mayormente integrada por profesionales de la agrimensura debido a la formación académica que tenemos", dice el ingeniero Axel Porcel, egresado de la FIO y actual director de Catastro de la Municipalidad de Olavarría. Planos de mensura y de obra, delimitación de calles y edición del mapeo de la ciudad forman parte de su paisaje cotidiano.
Al área comunal también se sumaron Pierina Di Tommaso Lencina y Nicolás Manrique, tras formarse en la Facultad de Ingeniería. Son tres experiencias que, en el Día del Agrimensor, ponen en valor la aplicación de la matemática, geometría, trigonometría, física, ingeniería, topografía, geomorfología, geodesia, fotogrametría, cartografía, computación y tecnología satelital a la hora de optimizar cada relevamiento territorial.
La fecha remite al 23 de abril de 1963, cuando el gobierno riojano promulgó un decreto ley instituyendo, por primera vez en el país, la figura del Agrimensor Oficial Público. Por esa razón, la Federación Argentina de Agrimensores, mediante una resolución especial, lo incluyó en el calendario de celebración.
Con los ojos en el suelo
"Mi tarea es lograr el correcto desempeño de los diferentes sectores de la oficina en los ámbitos administrativo, técnico y de atención al público", explica el ingeniero Porcel, quien a los 25 años ya tiene poder de gestión y de acción en un área estratégica dentro del organigrama municipal.
Pierina Di Tommaso Lencina se ocupa del visado de planos de mensura y de obra, además de la medición, dibujo y tramitación de planos de mensura y la atención a profesionales. Asimismo, "hago levantamientos de interdicción de venta, amojonamiento de calles, edición del Cad de la ciudad de Olavarría y edición en el software QGis, entre otras cosas", apunta la profesional olavarriense.
Nicolás Manrique nació en Mar del Plata y vivió en San Juan hasta los 15 años para finalmente anclar en Olavarría. En 2021 se recibió de Ingeniero Agrimensor en 2021 pero ya siendo estudiante avanzado comenzó a realizar prácticas profesionales en la Dirección de Casa de Tierras y Regularización Dominial mediante convenios entre la Municipalidad de Olavarría y la FIO.
Actualmente se desempeña como ingeniero agrimensor en la Dirección de Catastro realizando "tareas propias del área, conectadas directamente con la profesión, mediante las que se actualiza constantemente el inventario de bienes inmuebles del Partido. Puntalmente, intervengo en relevamientos planimétricos de bienes del Municipio, utilizando instrumental específico para la confección de planos de mensura en diferentes proyectos", indica el joven de 25 años.
También tiene a su cargo "los trámites y demandas correspondientes a otras Direcciones y Secretarías" y paralelamente "me encargo del visado de planos de mensura y de obra particulares, registro continuo de modificaciones parcelarias, actualización de la base de datos gráfica (IDE Municipal) y alfanumérica de los inmuebles". Su rol incluye armado de notas y expedientes de diferentes temáticas, aunque siempre apuntando a informar la realidad catastral actual.
Del campus al territorio
El rol que tiene el agrimensor en el ordenamiento territorial es clave y "mis primeras experiencias con la profesión tienen un balance positivo. Valoro el hecho de poder desempeñarme profesionalmente en algo que me gusta", destaca el Ing. Axel Porcel.
"No es fácil arrancar solo en la profesión y fue fundamental ya estar trabajando en el Municipio y como ayudante diplomado en la Facultad para tener un respaldo, ya que cuesta que salgan trabajos independientemente cuando aún no se es conocido", analiza la ingeniera Pierina Di Tommaso Lencina, en relación con la salida laboral.
Por su parte Nicolás Manrique destaca la posibilidad de validar los aprendizajes incorporados en la academia al volcarlos en acciones concretas y con impacto social. "Aplico constantemente los conocimientos y experiencias adquiridas durante mi formación académica en la facultad, que puestas en un plano de situaciones reales demuestran su enorme utilidad. También el contacto directo con estas situaciones me permite adquirir experiencia profesional valiosa y me abre posibilidades de ampliar horizontes", enfatiza el joven marplatense.
Aportes que ayudan a la gestión
Desde el punto de vista profesional, el director de Catastro Municipal entiende que la gestión pública amplía la mirada. "El hecho de poder comprender y desenvolverse en un ámbito interdisciplinario otorga un valor agregado en la detección y resolución de problemas diarios, mucho más si la dependencia se encuentra permanentemente en contacto con diferentes sectores técnicos, legales, contables y tecnológicos", argumenta.
La posibilidad de profesionalizar el funcionamiento de organismos estatales es concreta ya que "podemos aportar los conocimientos técnicos y legales que incumben al agrimensor, además de actualidad en cuanto a software y equipos/herramientas de medición", plantea la Ing. Di Tommaso Lencina.
Es decir, los profesionales proponen toda una diversidad de recursos que ayudan a dinamizar y modernizar la gestión pública a través de "aportes tecnológicos actualizados, uso de nuevas herramientas e interpretación de nuevas normas. Estos aportes contribuyen para que el Municipio avance a un sistema catastral acorde con los estándares actuales", señala el Ing. Manrique.
Desafíos en agenda
La capacitación constante, la incorporación de nuevas tecnologías y la puesta en valor del rol que tiene la Ingeniería en Agrimensura son parte de los desafíos que hoy enfrentan los profesionales de esta disciplina.
"El aprendizaje y formación diaria" son determinantes ya que "constantemente se presentan nuevas normativas, resoluciones y desarrollos tecnológicos que implican la capacitación constante por parte del profesional para desarrollar una correcta labor. Más aún en los primeros años de profesión, donde toda la experiencia como profesional se encuentra por delante", observa el Ing. Porcel.
Pierina Di Tommaso Lencina pone sobre la mesa la necesidad de promover "el trabajo en conjunto entre todos los agrimensores para revalorar la profesión". En esa línea, menciona la reciente conformación de "una Asociación de Agrimensores del Partido de Olavarría, y el gran desafío es respetarnos entre nosotros con los honorarios mínimos establecidos, consultarnos ante nuevos trabajos y conversar ante diferentes problemáticas".
El ingeniero Nicolás Manrique va más allá y se proyecta en función de las potencialidades que encierra la profesión. El desafío de la Agrimensura es "ser parte activa de los sistemas catastrales de la Provincia y de todo el país, ya que el agrimensor tiene las herramientas y conocimientos fundamentales para la correcta gestión de estas cuestiones, así como la administración y el registro de los bienes inmuebles", expone sobre el final el joven de Mar del Plata.