El "ladrillo", como en sus mejores tiempos
Se puede palpar en la calle, mirando a la altura de los ojos los micro emprendimientos familiares, pero también alzando la vista al cielo en las grandes apuestas inmobiliarias: la construcción está dando buenas señales en Olavarría y así lo testificaron fuentes del sector consultadas para esta producción.
La situación del rubro bloquero suele ser un buen indicador sobre el momento de la industria de la construcción y una de las firmas líderes del mercado olavarriense está en la primera esquina de la entrada a Sierra Chica.
Aunque se llama Juan Carlos Urban casi nadie lo conoce por fuera de su apodo "Pochito" (su apodo, y el nombre de la fábrica de bloques), quien no dudó en afirmar que "con la mano en el corazón, y entendiendo que hay gente que la está pasando mal, diría que hacía muchos años que no llegábamos a este momento".
"Hoy puedo confesar que me acuesto cansado, pero de trabajar porque la producción es mucha, la demanda es alta, me cuesta decirle al cliente que me va a tener que esperar 15 días; hace unos años me acostaba estresado por las deudas y los kilombos que tenía porque no le vendía un bloque a nadie" sintetizó.
"Si tengo que hablar por mi situación particular, debo deber que estamos de maravillas. Tal es así que puse un cartel en el frente de la bloquera que por 30 y 60 días no puedo vender más bloques de los que tengo vendidos. Estoy con la producción completa comprada" reveló.
Desde su punto de vista, "la construcción está trabajando a pleno. En muchos, pero muchos años, nunca llegué a vender lo que vendí la semana pasada: cargué 9 equipos. Más de lo que produzco, diga que tenía buena existencia en stock".
"Pochito" abastece el mercado local, pero también llega a sectores insospechados.
"Si se trata de emprendimientos grandes, vendí a Otamendi para una chanchería donde tienen que hacer 16 galpones; también para un plan tipo Procrear en Neuquén; en Bahía Blanca estoy abasteciendo la construcción de galpones para guardar cosechadoras" describió.