Entrevista a Florencia Bessa La impulsora del proyecto "Basura desde cero" en La Madrid explica de qué se trata la iniciativa. Comenzó con campañas virtuales y busca llegar a acciones concretas.
El proyecto "parte de un interés sobre la problemática ambiental local y ayudar a la mundial. Su origen se remonta a mi visión como docente y el contacto con los chicos, ya que ellos están muy interesados en la problemática pero la pregunta que se hacen cómo ayudar más allá de sus casas", explica.
"Aprovechamos la cuarentena para comenzar a tomar conciencia que a partir de pequeñas acciones podemos transformarnos en una sociedad ambiental", detalla.
"Lo más difícil es convencer a los vecinos y tomar conciencia de la situación en la que estamos. Las páginas (de Facebook e Instagram) contienen información que vamos incorporando de a poco para intentar llegar a acciones más concretas como el reciclado, conocer qué consumimos y cómo para cambiar de a poco los hábitos, hasta reutilizar", indica.
América Latina es una de los mayores generadores de basura mundial. Del total que produce, el 90 por ciento podría ser reutilizada, pero apenas se recupera una décima parte.
"Basura desde cero" inició proyectos concretos con la fabricación de cuchas para perros a partir de la recuperación de envases PET y cajas de leche larga vida. En el futuro se planean talleres de reciclaje y cómo hacerlo.
"Todos sirve. No tirar botellas o cajas ayuda un montón, porque se está reduciendo la cantidad de basura y que se puede reutilizar", apunta Bessa.
"Por el momento estamos trabajando de manera virtual, incorporando información. Pero en cuanto se pueda haremos trabajos más concretos en campo", comenta la impulsora de "Basura desde cero".
El proyecto no sólo contempla la problemática ambiental, sino también otros temas que son de agenda pública en La Madrid.
"La pregunta que nos debemos hacer es qué hago yo para contribuir con el medioambiente", subraya. ¿Qué hago en mi casa? ¿Cómo puedo hacer mi aporte? ¿Qué consumo? ¿Cómo me deshago de los residuos? Son todas incógnitas que sirven como disparadores y a partir de ellas comenzar a repensarnos como sociedad.
"Debemos empezar de a poco, con lo básico: separar lo orgánico de lo inorgánico porque de esa manera no sólo ayudamos a cuidar al medioambiente sino que ayudamos a la separación final en el basurero local", plantea.
"Hay que tomar conciencia y mantenerlo en el tiempo", sostiene Florencia Bessa, y explica que desde su rol como docente "la clave es trabajar con los adolescentes, porque ellos tienen mucho interés, se preocupan por lo que les puede suceder en el futuro y a partir de eso revertir la situación". Incluso ha pensado en repetir experiencias de otras ciudades sobre "competencias medioambientales" para "buscar la conciencia de todos y se mantenga en el tiempo".
"Debemos ir a tener conciencia ambiental", insiste la referente del Centro de Estudios Agrupación 25 de Mayo. "Debemos ir aprendiendo de a poco porque hay mucha información sobre la problemática, pero falta ordenarla y poder captar lo necesario para que la gente la entienda, se forme, se concientice y pase a la acción concreta para tener una ciudad cada vez más limpia", menciona.
"La gente debe empezar a reciclar porque eso nos implica conocer qué compramos y consumimos, y de a poco ir profundizando en la conciencia ambiental", indica. Ese sería un pequeño/gran objetivo.
De allí en más serían acciones más prolongadas en el tiempo: que la mayoría de las viviendas cuenten con un pozo de compostaje, fomentar las huertas caseras e incluso lograr en algún momento erradicar el basurero municipal a cielo abierto.
"Estamos en contacto con muchas personas y con distintos distritos, entre ellos con Laprida por su experiencia y porque están trabajando con la reutilización del aceite. El área de Medio Ambiente municipal está trabajando en la temática pero debemos seguir aprendiendo", insiste.
"La idea es pasar de un proyecto que hoy, por obvias razones, se está trabajando de manera virtual a la práctica para que no quede ahí y se haga visible para que los demás vecinos tomen el ejemplo y lo hagan en sus propias casas. Queremos llegar a acciones concretas. Nada es imposible y el día de mañana podemos llegar a ser una ciudad amigable con el medioambiente", menciona
"Sabemos que es imposible dejar de tirar basura pero debemos tomar conciencia y cambiar esa mirada de que es basura y que no sirve más cuando en realidad los residuos tienen mucha utilidad", concluye Florencia Bessa.