"Ese era un equipo que asumía riesgos"

BASQUETBOL. El recuerdo de Sergio Hernández a 20 años de la primera Liga Nacional del Bata El director técnico del Estudiantes campeón de la temporada 1999-2000 reflexionó sobre lo que significó esa conquista para su carrera.

Sergio Hernández ganó su primera Liga Nacional de Básquetbol en el Bataraz.
Sergio Hernández habló el pasado lunes 25 de mayo en TyC Sports con el periodista olavarriense José Montesano del primer título de Liga Nacional de Estudiantes. "De muchos de los lindos momentos que me tocó vivir con el deporte, este título es de los más grandes. Porque la primera vez no se vuelve a repetir nunca. Hasta ese momento yo pensaba que esas fiestas consagratorias eran para los demás, pero me tocó a mí esa noche. Y qué noche, con séptimo partido, tremendo", repasó con emoción.

- ¿Cuándo te cayó la ficha de lo que había pasado?

-La final fue muy larga y hubo muchas cosas antes de eso. El estadio ya se iba llenando desde los cuartos de final. Imagináte lo que fue el séptimo juego de la final. Yo tomé conciencia cuando salgo de mi casa para el séptimo partido y veo más tránsito que lo normal en la ciudad. Cuando llego a la avenida Del Valle veo tanta gente que pensé que no llegaría al partido. No lo había calculado, no había imaginado semejante locura.

Y eso que faltaban dos horas y, de verdad, pensé que no llegaba. Cuando llego, faltando una hora y 45 para que empiece el partido, ya el estadio estaba absolutamente lleno. Y yo pensaba "qué hace toda esta gente que está viniendo caminando", de hecho quedaron muchas personas afuera del estadio.

-¿Qué representó ese equipo para vos en lo personal?

-Yo tenía jugadorazos. Si bien en ese momento algunos estaban todavía tapados y eran un talento con signo de pregunta, lo que yo disfruté y de lo que me sirvió ese equipo fue encontrar un grupo de mucho talento y de características acordes a un juego que yo tenía en la cabeza y que quería hacer hace mucho tiempo, pero para el que nunca había tenido el personal adecuado.

Sí había tenido algo muy parecido en mi primer Sport de Cañada de Gómez, pero sin el oficio ganador de este equipo. Ese estilo de usar toda la cancha, de usar los 30 metros tanto defensivamente como ofensivamente, poder correr la cancha, jugar un básquetbol que en ese momento era medio raro porque salía el pivote a tirar de tres puntos, lo que era como un sacrilegio.

Salvo McCray, que no se animaba, los demás todos tiraban de tres. Incluso damos vuelta ese partido tirando de tres puntos a la carrera, que también era como muy loco, sobre todo en partidos donde había tanto en juego y no se asumía riesgo.

Ese era un equipo que asumía riesgos, pero a su vez tenía jugadores como Gustavo Fernández que te daban el equilibrio justo y te marcaban hasta dónde llegar con el riesgo. Y un asesino serial que era Eubanks, que cuando todas esas cosas no salían, lo único que había que hacer era darle la pelota a él.

- ¿Qué tuvo Estudiantes ese momento para ser lo que fue?

-Yo llego al club por una locura mía porque estaba muy instalado en Regatas de San Nicolás, me querían mantener para un par de temporadas más y durante el receso aparece la propuesta Estudiantes. Era un club que recién ascendía, que tenía dos temporadas de Liga en las que había salido en la posición 14ª, por lo tanto no era muy seductor el tema.

Mi representante Claudio Villanueva, que siempre ve un poco más allá, me dice que le diera una oportunidad y que me juntara con la gente de Olavarría. Estaba en Bahía Blanca, agarro el auto, me voy a Olavarría, me junto con los dirigentes y veo que había algo diferente. Veo en los dirigentes una visión que me atrapó, que se planteaban por qué un equipo de Olavarría no podía jugar contra un equipo de NBA o de Europa, que se imaginaban capaces de ser campeones de América.

Y yo, que siempre había jugado por la mitad de la tabla, me sorprendí y vi que había algo. También tuve un equipo de jugadores, algunos muy jovencitos, y otros con más carrera que ya habían estado en equipos ganadores, que sabían lo que era ganar, y me ayudaron a mí a ir uniendo eso. Y después se dio lo que se tiene que dar siempre cuando vos querés conseguir algo grande.

-Fue el inicio de un gran ciclo …

-Claro, porque Estudiantes no fue campeón el 25 de mayo de 2000, fue seis veces campeón en 28 meses, por decir un número. Fuimos campeones del Panamericano y de la Liga Sudamericana, jugamos tres finales de Liga consecutivas, ganamos Top 4 y Copa de Campeones en muy poco tiempo. Para lograr eso tiene que crearse esa simbiosis, una comunidad, que en este caso fue la ciudad entera.

Ciudad, gente, público, periodistas, equipo, jugadores, plantel, hasta el chofer del micro en el que nos movíamos era parte. Pero estuvimos a dos pelotas de perder también. Por eso yo siempre insisto con que el éxito no tiene que ver con el ganar solamente y el fracaso con el perder.

Si perdíamos con Atenas hoy no estaríamos hablando, pero yo lo hubiese llevado en el corazón por siempre y contestaría las mismas cosas que contesto ahora porque fue un equipo que estuvo más allá del título.

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